El frio ya está aqui, y todos nos preparamos para la llegada del invierno. Con él los amantes del chocolate van calentando sus papilas gustativas durante la Navidad, saboreando los chocolates de Simon Coll, Nadal i Saroti, Uña... ¿Pero te has preguntado sobre el origen de las tradiciones que caracterizan la época navideña?
Las festividades de Navidad nacen de las creencias y transmisiones paganas. El solsticio de invierno, día más corto del año, siempre ha suscitado un interés particular entre las poblaciones desde hace centenares de años. Este significaba el comienzo de un nuevo ciclo, con el retorno del sol para hacer crecer las cosechas. De esta manera, el 25 de diciembre era la fiesta del renacimiento del Sol Invictus o de los Saturnales romanos. Los Saturnales duraban de hecho varios días, con gente llevando guirnaldas alrededor del cuello y ofreciéndose regalos de NAVIDAD... ¡Así és, Navidad! Este origen se lee del sinónimo de “natividad” en varios idiomas. En numerosas culturas, este día es asociado a creencias relativas a la maternidad, la fertilidad, la procreación o aún la astronomía.
En el siglo IV esta fiesta pagana es integrada oficialmente al mundo cristiano y se convierte en la fecha conmemorativa del nacimiento de Jesús. Las referencias bíblicas han recuperado el símbolo del nuevo ciclo solar, calificando de manera metafórica a Cristo como el nuevo sol. Así, el 25 de diciembre, se instalan las celebraciones de la natividad y el ciclo pascual cristiano. Este último cuenta con una fase preparatoria, el Adviento, que se extiende por 2 a 4 semanas y una fase que recuerda la presentación de Jesús en el templo y que termina el 2 de febrero con la celebración de la Candelaria. La misa de media noche, del 24 de diciembre, surge a lo largo de la Edad Media. La aparición de los conocidos pesebres data del Renacimiento.
Hoy en día, la fiesta religiosa pasó a una fiesta laica y familiar que sin embargo conserva algunos elementos tradicionales de los siglos pasados, como por ejemplo, el Árbol de Navidad. Este es una tradición proveniente de la Alemania del Renacimiento. Tenemos que tener en cuenta que la representación del árbol como símbolo de renovación de la vida, se remonta a los Egipcios!
El día en que el sol está más bajo en el horizonte, anuncia la estación invernal. Por aquel entonces, cada hogar quemaba gruesas rodajas de madera para calentar las casas, creando un gran fuego alrededor del cual se reunía la familia. A lo largo del siglo XIX, los artefactos de calefacción como las estufas de hierro, remplazan las chimeneas. Los leños de madera se convierten en decoración. Entonces, algunos reposteros tendrán la idea de transformarlos en leños reposteros. El glaseado de chocolate remite así a la corteza del leño utilizado antiguamente. En este momento es cuando se incorpora el chocolate a la tradición! Cabe señalar que el chocolate está presente en las tradiciones de Navidad en todo el mundo. En México, por ejemplo, el pavo está cubierto de chocolate y en Italia, los niños reciben monedas de chocolate de la hechicera Befana.
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